Laboratorio de microbiología alimentaria: visión general y objetivos

Uno de los lugares más importantes de la industria alimentaria es el laboratorio de microbiología de alimentos. La razón es que gracias a él podemos garantizar la seguridad de los alimentos producidos en nuestra empresa y ofrecer todas las garantías sanitarias y de calidad al cliente final. Este agente es esencial para todos los eslabones de la cadena de producción alimentaria, ya se trate de un laboratorio externo o interno.

¿Qué es un laboratorio de microbiología alimentaria?

Un laboratorio de microbiología alimentaria es una organización que realiza análisis microbiológicos para el sector alimentario con el fin de garantizar el correcto cumplimiento de la legislación alimentaria. Este servicio puede ser contratado a otras empresas o realizado internamente por el departamento de calidad de la empresa alimentaria.

Escherichia coli, Salmonella, Listeria monocytogenes, Staphylococcus aureus y Campylobacter son algunos de los patógenos que se pueden examinar con más frecuencia con ayuda de los instrumentos de laboratorio de alimentos. Estas infecciones son de naturaleza bacteriana y son responsables de la mayoría de los casos de intoxicación alimentaria que se producen en nuestro entorno. Aunque otras fuentes de contaminación alimentaria son los virus, los parásitos y los mohos.

Funciones del laboratorio de microbiología alimentaria

El laboratorio de microbiología alimentaria realiza varias tareas esenciales para el proceso de fabricación. A continuación, los proveedores de material de laboratorio enlistan las razones más pertinentes y típicas para realizar un análisis microbiológico:

  • Verificar la caducidad de un alimento para determinar cuándo debe caducar.
  • Para disponer de un lote de fabricación.
  • En el curso de la garantía interna de calidad.
  • Para investigar el origen de una enfermedad transmitida por los alimentos.
  • Como componente de la gestión de la eficacia de un agente de limpieza antibacteriano.
  • Para verificar los puntos críticos de control (PCC) de un sistema.
  • Como componente del proceso de verificación de los procedimientos de limpieza e higienización.